Hola a todos!!!
Esta vez os traigo algo muy típico de la tierra de mi padre, una empanada gallega.
Para mi es lo más!!! Está deliciosa, la puedes hacer de mil formas distintas (de sardinas, de atún, de carne, de chorizo, etc), la puedes comer fría o caliente y encima al día siguiente esta todavía más buena... por lo que es ideal para llevártela de picnic a la montaña o a la playa
Procedamos!!! Para la masa he utilizado 500gr de harina de fuerza, dos sobres de levadura deshidratada, una pizca de sal, un chorrito de aceite y agua. Para el relleno he utilizado dos cebollas grandes, dos zanahorias, un tomate, media lata (lata de 400gr) de tomate triturado y dos latas de sardinas (cada lata tenía 80gr de peso escurrido) además de un par de patatas que hemos frito por separado.
Lo primero de todo es hacer la masa. Una vez la dejamos subiendo, empezamos con el sofrito (el de toda la vida) con el que tendremos especial cuidado de que nos quede tirando a "seco", si el sofrito nos queda con demasiado jugo, mojará en exceso la masa inferior y se nos romperá la empanada.
Una vez tenemos listo el sofrito, lo retiramos del fuego y le añadimos las patatas que hemos frito previamente (yo las dejo un pelín crudas para que se acaben de hacer en el horno) y las sardinas. Lo mezclamos todo bien y lo dejamos que repose mientras trabajamos la masa.
Dividimos la masa en dos y le damos caña al rodillo para hacer la base. La masa no solo la tenemos que estirar hasta que alcance el tamaño de la bandeja... si no que la haremos un poco más grande que la bandeja (dos o tres dedos) para luego poder hacer un "trenza" con la tapa y cerrar la empanada. Una vez colocada la base en la bandeja, empezamos a añadir el relleno.
Ahora a por la tapa... más de lo mismo, rodillo hasta tener un tamaño superior a la bandeja... la ponemos encima y recortamos si vemos que nos sobra demasiado por algún lado... ahora, juntamos los rebordes de la capa inferior y superior y empezamos a hacer una "trenza" para cerrar la empanada. Por último pinchamos con un tenedor a lo largo de toda la tapa para que no suba y la empanada se nos convierta en un bocata
Como seguramente nos habrá sobrado algo de masa, hacemos unos canutillos muy finos y podemos hacer adornos... en mi caso, veréis que los canutillos tienen de todo menos finos... por lo que después de hornear la masa parecían baguettes
Por último, podemos pintar con huevo la masa para que coja más color en el horno.
La meteremos en el horno a 200 grados durante casi casi una hora... yo la tuve solo 45 minutos y a la masa inferior todavía le faltaron algunos minutos... pero esto depende del tamaño de la empanada y lo fina o gruesa que hayáis hecho la masa, por lo que depende mucho del prueba-y-error
Y aquí tenéis el resultado...
La masa era quizás demasiado gruesa... por lo que, sobretodo los rebordes, eran demasiado de pan... pero el sabor, almenos para mi gusto, era delicioso!!!
Aunque os parezca complicado y/o muy laborioso... no dejéis de intentar este plato, os aseguro que os encantará!!!
Nos vemos
